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Fecha de la newsletter: 15-07-2015

Jornadas “Stop a las agresiones” del Hospital del Vinalopó

El 84% de las enfermeras asegura haber sufrido agresiones verbales o físicas en el trabajo

Un 11% de trabajadores han sufrido agresiones en el trabajo, un dato que se dispara en el ámbito sanitario, el que más violencia laboral registra. “El colectivo de las enfermeras es el más perjudicado, según nuestros datos el 84% asegura haber sido víctima de agresiones verbales o físicas en el trabajo”, afirmó Francisco Pareja, vicepresidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), en las jornadas “Stop a las agresiones”, celebradas en el Hospital del Vinalopó. Jornadas sociosanitarias organizadas por la sección sindical del Departamento de Salud del Vinalopó para analizar las causas de la violencia laboral y proponer medidas que ayuden a atajar este problema.

Conductas agresivas en el entorno laboral que atentan contra la dignidad, contra la autoestima personal y profesional de la víctima, persecuciones que llevan a devaluar el trabajo realizado y que no llegan a ser denunciadas por miedo a represalias, o a perder el puesto de trabajo. Para Pareja, la mayoría de las profesionales apuntan a los médicos como los agresores y no se atreven a denunciar por miedo. Ataques recibidos también por parte de los pacientes y familiares que expresan así su malestar por la asistencia recibida: “Debemos sensibilizar al profesional y darle pautas para reaccionar cuando estén agrediéndole, así como concienciar a la sociedad de que, antes que agredir, hay mil formas de solucionar un problema”, aseguró el vicepresidente del CECOVA.

El Hospital del Vinalopó puso en marcha hace cuatro años el Programa Confianza, una iniciativa con técnicas y medidas para trabajar con toda seguridad, y transmitir un clima de respeto y confianza al paciente. “Empezamos por una gran organización del trabajo para evitar situaciones de tensión, porque si una persona llega al trabajo muy irritada y no hay orden, seguramente explotará”, explicó José Antonio Sánchez, subdirector de Recursos Humanos del Hospital del Vinalopó.

Protocolos que también incluyen medidas como los guardias de seguridad, las pulseras antipánico o la formación en habilidades enfocadas a la resolución de conflictos. “Hemos acordado dar formación a los trabajadores que tienen mayor riesgo de recibir estas agresiones y dotarles de habilidades para poder resolver problemas de esta clase, pautas que colgaremos en nuestra intranet para poder refrescar a menudo”, afirma Sánchez.

Medidas e instrumentos que las organizaciones sindicales reclaman para poder evitar casos como el de Alberto Beltrán, trabajador del servicio de urgencias, que hace tres años sufrió una agresión por parte de los familiares de una paciente: “Los familiares estaban muy nerviosos y comenzaron a insultarme llamándome coletitas, mariquita, gritándome que ellos me pagaban y por ello tenía que atenderles de inmediato”. Cuando este trabajador quiso poner freno a los insultos, los familiares intentaron agredirle metiéndose dentro del mostrador y llamaron a la policía. “Cuando llegaron los agentes, la paciente estaba atendida y dada de alta”, cuenta el trabajador, quien asegura que en ese momento echó de menos el apoyo de la empresa: “Somos 1.200 trabajadores y necesitamos que, además de contar a nuestros responsables lo que ha pasado, nos pregunten cómo nos encontramos, porque lo lógico es que, cuando te pasa esto, no quieras volver a un trabajo donde la gente te insulta”.

Denuncias que afectan a los trabajadores y a su entorno, como asegura Gabriel Llop, miembro de la sección sindical del Hospital del Vinalopó: “ se ha sufrido y se sufre mucho, sobretodo en el servicio de urgencias, por eso la empresa ha de poner las herramientas adecuadas para prevenir y frenar estos casos.”

Entidades colaboradoras del Colegio de Enfermería de Alicante